¿Quieres participar en una misión humanitaria? Esto es lo que necesitas
En nuestra vida diaria, encontramos muchos motivos para ser solidarios con los demás. Puede que queramos ayudar a nuestra vecina mayor a subir las bolsas de la compra hasta su casa, o que tengamos un momento de tranquilidad con nuestro hermano para apoyarle en lo que necesite. En cualquier caso, y aunque estos gestos están muy bien, si queremos dar un paso más allá podemos irnos de misión humanitaria.
Continentes como África y Asia o subcontinentes como Sudamérica tienen muchos problemas para el abastecimiento de sus habitantes, hasta el punto de que falta agua, comida o incluso tecnología para conectar con sus ciudadanos. Nosotros, como participantes del primer mundo, podemos ayudarles si les prestamos una mano más que necesaria.
Esto es así porque la crisis del coronavirus nos ha ayudado a valorar lo que realmente importa, y hemos sido protagonistas de grandes iniciativas solidarias con nuestros vecinos. Ver sufrir a nuestros familiares, no poder abrazarlos y tener que hacer videollamadas para mantener el contacto con ellos ha cambiado nuestra mentalidad, hasta el punto de que ahora queremos facilitarle la vida a los demás. ¿Quieres saber cómo continuar el impulso humanitario y ayudar a otras personas?
Los datos de las misiones humanitarias en el mundo
La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que en 2021 hay 235,4 millones de personas necesitadas de asistencia humanitaria, frente a los 168 millones que había al inicio de 2020. Para poder atender a los 160 millones más vulnerables en 56 países ha solicitado una cifra récord de más de 35.100 millones de dólares, mientras que durante el último año, los donantes contribuyeron con un récord de 17.000 millones, lo que cubrió el 70 por ciento de los fondos solicitados.
La realidad es que la riqueza del mundo está polarizada, por lo que cada vez son más las personas que necesitan una ayuda o atención, en forma de productos, para poder subsistir en condiciones. El coronavirus ha aumentado las diferencias de unas zonas del mundo a otras, por lo que ahora más que nunca es necesario tomar cartas en el asunto.
La ONU establece que en este año hay quince grandes crisis humanitarias que requerirán de la solidaridad de muchos países. Afganistán, Camerún, Centroamérica, Etiopía o Siria son puntos conflictivos por la existencia de conflictos armados, pero también hay problemas de abastecimiento que pueden arreglarse con varias misiones humanitarias.
Vete a una misión humanitaria escogiendo estas opciones
Si queremos lanzarnos a la aventura y comenzar una misión humanitaria, lo primero que debemos tener claro es qué organismos o instituciones nos permiten hacerlo con las mejores garantías. A fin de cuentas, necesitaremos alimento y un techo bajo el cual cobijarnos cuando lleguemos al destino.
Una de ellas es el Servicio Voluntario Europeo (SVE), que con una duración de entre 2 y 12 meses permite visitar muchas zonas de Europa e incluso viajar a otros países socios del programa Juventud en Acción, como Argelia, Marruecos, Líbano…
En segundo lugar se encuentra el Voluntario Internacional de Solidaridad (VSI). Las misiones internacionales de este colectivo siempre se llevan a cabo fuera de Europa, principalmente en África, Asia o América Latina, y para convertirse en voluntario, solo tienes que ponerte en contacto con una de las 25 asociaciones aprobadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
También tienes la opción de viajar con una ONG como Médicos sin Fronteras o Naciones Unidas, donde te darán todo lo necesario para que disfrutes de una buena estancia mientras ayudas a los demás. Eso sí, ten cuidado, porque existen muchos fraudes de organizaciones que te piden miles de euros pero luego no te costean el viaje ni la estancia.
En último lugar se encuentra la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Naciones Unidas cuenta con una oficina específica que pone a personas en contacto para enviar equipos a áreas desfavorecidas. Este es el caso de UNDAC, INSARAG y UNETE, tres grupos de trabajo que te dan la oportunidad de ir de un país a otro ayudando a distintos voluntarios a repartir comida y otros bienes. Es la mejor opción si quieres hacer amigos mientras descubres cómo es la vida fuera de nuestro país.