¿Quieres montar tu propio negocio? Te ayudamos a conseguirlo y ahorrar en costes

6 septiembre, 2021
Comparte

El coste del emprendimiento suele ser grande, no solo porque en ocasiones requiere un buen desembolso inicial, sino también porque requiere de una gran inversión en tiempo y en búsqueda de documentación. La buena noticia es que, si contamos con un buen nivel de planificación y sabemos en qué industrias podemos encontrar oportunidades de negocio óptimas, conseguiremos emprender con buenas garantías. 

En el momento de lanzar una actividad al mercado es necesario centrarse en apartados como la digitalización y la internacionalización, que permiten alcanzar nuevos públicos objetivos para aumentar el volumen de ventas total de la empresa. En estos casos, lo primero que se debe hacer es contar con un presupuesto ajustado, que permita dedicar una cantidad precisa para cada partida, lo que permite optimizar los ingresos y gastos al detalle. 

Hoy queremos contarte qué ideas pueden ayudarte a montar un negocio sin tener que hacer una gran inversión inicial, y ahorrando dinero para poder dedicarlo a otros apartados importantes de la compañía. ¿Te gusta la idea? ¡Acompáñanos en este artículo!

Empieza tu primer negocio: pon en práctica estos 5 consejos

El primer paso que debes dar para que tu primer negocio te salga más barato es tener en mente un presupuesto. Aunque a veces te sientas tentado a lanzarte al vacío porque te ha gustado mucho una idea de negocio, es mejor que utilices la cabeza durante la fase inicial para que puedas calcular el dinero que te va a costar cada acción. Piensa en las partidas que debes cubrir sí o sí por el negocio que vayas a emprender y el sector al que te dirijas: los gastos administrativos de constituir una sociedad o ser autónomo, los seguros de responsabilidad, el IVA de las operaciones… No te olvides de los futuros alquileres o las obras que necesitarás realizar según los locales donde transcurra tu actividad, así como el stock inicial de productos o el software que necesitarás para llevar tu contabilidad. 

Continúa externalizando aquello que te produzca un gran gasto, o que no puedas soportar en estos momentos. Focaliza el objetivo de tu empresa y decide dónde va a estar el éxito de tu negocio, para empezar a trabajar en ese apartado, y continúa proponiendo acuerdos de colaboración e intercambio o inversiones con terceras partes. Intenta medir cuánto te va a costar dar este salto y cuánto necesitarás para seguir día a día, ajustando tus costes fijos al máximo y variabilizando tus costes superfluos, en el caso de que no sean obligatorios desde el punto de vista legal. 

Ten en cuenta que los beneficios vendrán de tu capacidad para reducir los plazos entre cobros y pagos, por lo que se hace necesario elegir los clientes y los proveedores según su grado de viabilidad y rentabilidad. Esto, en última instancia, te permitirá obtener condiciones beneficiosas para tu tesorería.

En segundo lugar, debes encontrar financiación para tu empresa. Si vas a montar una sociedad, es importante que pagues la tasa correspondiente en el Registro Mercantil, con un desembolso inicial de de 3.000 euros, además preparar los estatutos y acudir a una asesoría, lo que solo incrementará el gasto. Como solución para afrontar esta primera inversión, siempre puedes capitalizar la prestación por desempleo, solicitando la cantidad al SEPE con un único pago dentro del límite máximo del 60% del total (hasta el 100% para hombres menores de 30 años y mujeres menores de 35). Puedes utilizar el resto para pagar las cuotas mensuales de la Seguridad Social.

Un buen consejo consiste en cubrir tus finanzas antes de comenzar con la inversión de tu negocio. Es recomendable tener algún tipo de cobertura que asegure los pagos y los cobros, sobre todo si no realizas los pagos por anticipado o al contado, porque no sabes quién es el cliente o si te pagará a tiempo. Como alternativa, puedes preparar un seguro de crédito y caución, que te ayudará a proteger tus ventas o a contratar los servicios de una empresa que realizará informes de valoración del riesgo de crédito, de forma que puedas saber cuál es la capacidad de venta de tus clientes.

En último lugar, es conveniente que prepares tu propio colchón de tesorería. No comiences a emprender hasta que no tengas un pequeño colchón financiero que te permita acometer grandes mejoras en tu sistema productivo a corto plazo o conseguir tus objetivos de exportación en el largo plazo. La idea es que cuentes con una inversión inicial y que tengas todos los activos preparados para dar de alta tu empresa, además de asegurarte una pequeña ayuda que te lleve a anticipar un mes de gastos en total. 

Si aplicas estas cinco ideas en tu día a día, verás cómo consigues disfrutar emprendiendo desde el minuto uno. Comenzar un negocio con una inversión mínima no es una tarea fácil, pero si quieres triunfar necesitarás optimizar todos tus recursos para sacar el máximo partido de cada ingreso que consigas en los primeros meses.

De ahí viene la importancia de contar con una fuente de financiación segura y fiable que te permita acometer todas las innovaciones que necesitas para que tu actividad genere un gran volumen de ventas. Caja Rural Central pone a tu disposición Tu Finanziación, un portal en el que puedes registrarte para acceder a cientos de subvenciones y ayudas públicas, con un buscador que te ayuda a encontrar la opción adecuada para ti según el sector de actividad, el área geográfica o el tipo de liquidez que buscas para tu nuevo negocio. 

La entidad te ofrece, también, numerosas opciones de financiación a corto o a largo plazo, según tus necesidades, junto con distintas líneas de inversión que te permitirán iniciar tu negocio o expandirlo para conseguir nuevo material de oficina o la tecnología necesaria para dar atención a un número creciente de clientes en todas partes del mundo.

Suscríbete a nuestro boletín de noticias
Si quieres estar al día suscríbete a nuestro boletín de noticias.
Suscríbete
También te puede interesar