¿Nos encontramos ante una nueva Guerra Fría entre China y Estados Unidos?

En los últimos meses hemos visto un cruce de amenazas, acusaciones y sanciones entre Estados Unidos y China, pero ¿a qué se debe esta tensión? ¿nos encontramos ante una posible nueva Guerra Fría?

En este post nos adentraremos en este conflicto entre estas dos superpotencias y cuál es el origen de esta disputa.

 ¿Nos encontramos ante la Guerra Fría del siglo XXI? Hagamos un repaso por la historia

La tensión entre Estados Unidos y China no ha hecho más que aumentar en los últimos años. Algo que ha hecho que muchos expertos y medios de comunicación hablen de una nueva Guerra Fría, y lleguen incluso a compararla con la del siglo pasado. Cabe entonces preguntarse si es correcto realizar esta analogía o si se trata de una situación completamente diferente. Para responder, es preciso conocer los sucesos históricos y políticos que ocurrieron en la segunda mitad del siglo pasado.

Tras los bombardeos de Hirosima y Nagasaki de Japón en 1945, George Orwell escribió un ensayo al que tituló You and the Atom Bomb. En él, reflexionaba acerca de las implicaciones éticas y morales que conllevaba el empleo de este tipo de armas, y mencionaba el término “guerra fría” para ilustrar el estado de tensión y conflicto constante y estable que existía entre las nociones. También hacía énfasis en que “un país podría ser invencible, pero, al mismo tiempo, encontrarse en una situación de Guerra Fría con sus países vecinos”.

Podría definirse la Guerra Fría como un largo periodo de conflicto político y militar entre Estados Unidos, la URSS y sus respectivos aliados. Esta tensión tuvo lugar desde el final de la Segunda Guerra mundial en 1945 hasta la disolución de la Unión Soviética en 1991.

Durante estos casi cincuenta años, ambas naciones adoptaron una estrategia de rivalidad y competencia política y militar, a pesar de que nunca llegó a existir una guerra abierta entre ellas. Precisamente era esto lo que llamaba la atención: existía propaganda agresiva, cruce de acusaciones y amenazas, y el propósito de ejercer una mayor influencia mundial que el otro, pero nunca llegó a haber una guerra como tal.

Es el momento de preguntarse ¿qué ocurre en la actualidad? Las constantes acusaciones y provocaciones que se están lanzando las dos potencias mundiales en los últimos años han hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de una nueva Guerra Fría.

Provocaciones constantes entre Estados Unidos y China

Pese a que las tensiones aumentaron en los últimos años debido a diversos conflictos políticos y territoriales que han pronunciado la lucha por el liderazgo económico mundial, la situación se agravó el pasado año. El punto de origen se sitúa en la guerra de Ucrania, y no ha dejado de crecer desde entonces.

En este tiempo, son varios los focos de conflicto que han ido surgiendo. Uno de ellos se encuentra en la competencia económica y tecnológica. China ha experimentado un increíble crecimiento económico en las últimas décadas, lo cual la ha convertido en la segunda potencia económica mundial. Cuando Deng Xiaoping, también conocido como “arquitecto general”, llegó al poder en los 70, el país asiático experimentó una gran transformación económica: el país se abrió al comercio internacional, a la inversión extranjera, a la descentralización del poder económico y a la supresión de determinadas restricciones a la propiedad privada y los mercados libres.

Unas cuantas décadas más tarde, en 2010, China se consagró como la segunda potencia económica, superando a Japón y convirtiéndose en competencia directa para Estados Unidos. De unos años a esta parte, las tensiones entre ambos países se han incrementado por diferentes conflictos geopolíticos, como la disputa por los territorios en el Mar de la China Meridional o el Estado de Taiwán (sobre todo tras la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos a la República de China en agosto del año pasado). No se puede olvidar tampoco el suceso del globo chino que fue derribado por Estados Unidos en su espacio aéreo, lo cual hizo aumentar las acusaciones de espionaje.

Podría decirse que la situación entre China y Estados Unidos es muy tensa, y los conflictos seguirán siendo un tema de actualidad en la política internacional de los próximos años. Aunque habrá que seguir de cerca los movimientos de ambos países para ver qué termina sucediendo, de momento no parece que nos encontremos ante una nueva Guerra Fría.

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