Negocios emergentes, Startups o PYMES
Dos modelos de empresa que tendemos a confundir con facilidad son las startups y las pymes. El tamaño, la facturación o la etiqueta de “empresa de reciente creación” son algunos de los aspectos que las diferencian.
La micropyme, por ejemplo, se trata de una compañía con un volumen de negocios muy pequeño que apenas llega a los dos millones de euros en un año. Además, cuenta con una plantilla de menos de diez trabajadores. Una gran compañía, como contraste, tiene más de 250 empleados y una facturación superior a los 50 millones de euros.
Startups y pymes: las diferencias que no conocías
Otra diferencia fundamental entre ellas, aparte del tamaño y la facturación, se encuentra en el uso de la tecnología. Las startups la utilizan como base para maniobrar y darse a conocer, por lo que es la esencia de este tipo de negocios.
Una startup, por tanto, es una empresa emergente con un alto componente tecnológico. Se relaciona de forma íntima con la innovación y sus previsiones de crecimiento tienen que ser relevantes.
Todos conocemos la historia de Facebook, Google o Amazon, compañías que nacieron como startups pero hoy, como todos sabéis, son grandes compañías.
Preparémonos para la Ley de Startups
La llegada masiva de startups al mercado, con el auge de emprendedores e innovadoras que se transforman en empresas, ha impulsado al Gobierno a crear una Ley de Fomento del Ecosistema de Startups, conocida como Ley de Startups.
Para poder tener unos resultados precisos antes de realizar la ley, entre diciembre de 2018 y enero de este año, ha estado abierta una consulta pública previa a la elaboración del texto del anteproyecto que tenía como objetivo responder a las necesidades de este ecosistema.
De esta forma, el Gobierno pretendía conseguir una opinión realista de los ciudadanos y las empresas sobre cuestiones como la delimitación conceptual de una startup, los requisitos que deberán cumplir los agentes inversores privados o business angels, y las medidas necesarias para el apoyo e impulso a la creación y actividad de las startups.
España quiere poner una solución a la falta de naturaleza jurídica específica de estas empresas, creando una legislación adecuada dentro del marco legal para el emprendimiento de base tecnológica. Eso sí, se trata de negocios que requieren flexibilidad debido a su dinamismo en un ecosistema que tiende siempre a la innovación.
¿Cómo se dará apoyo e impulso a las startups de España?
La consulta pública daba a conocer una serie de medidas de apoyo muy interesantes, que la ley futura recogería, como son:
- Incentivos en materia laboral, de Seguridad Social, y apoyo a la captación y fidelización del talento.
- Incentivos fiscales a las actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica, así como en relación con las inversiones y financiación de startups.
- Medidas de discriminación positiva con el objetivo de favorecer la diversidad de género en el emprendimiento e incentivarlo entre colectivos vulnerables.
- Incentivos a las grandes empresas para integrar la actividad de startup en su cadena de producción de bienes y servicios.
- Mejora de los mecanismos de segunda oportunidad.
- Simplificación de cargas administrativas.
- Medidas de impulso al uso de instrumentos de compra pública que puedan promover la participación de startups en los proyectos de la Administración.
- Medidas que intenten identificar y afrontar elementos relacionados con el talento, el emprendimiento y la cultura empresarial que sea necesario activar.
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