Los diferentes tipos de préstamos y sus particularidades

Solicitar un préstamo te puede ser útil si en alguna ocasión precisas fondos económicos. De esta forma, tu entidad bancaria te presta el dinero, que irás devolviendo de manera dosificada. ¿Conoces los distintos tipos de préstamos que existen y sus diferencias? ¡Sigue leyendo para descubrirlos!

El préstamo bancario 

Un préstamo bancario no es más que un tipo de operación financiera en la que una entidad bancaria facilita una cantidad de dinero concreto a un prestatario, que puede ser una entidad jurídica o una persona física. 

Los préstamos cuentan con un contrato vinculante mediante el que el prestatario está obligado a devolver la cantidad de dinero que se le presta en un tiempo concreto incluidos intereses. Todas estas condiciones deben aparecer explicadas en el contrato. 

 Las partes que intervienen en un préstamo

Si acuden a tu entidad financiera de confianza con la intención de solicitar un crédito, tienes que tener presente las partes que intervienen en la operación: 

• Acreedor

Estamos ante la entidad o la persona que cuenta con los fondos que se van a prestar. En este caso, el banco. 

• Deudor

Quien recibe el préstamo es el deudor. Se compromete a devolver el dinero al banco. El deudor puede ser una entidad jurídica o una persona física, en función de si solicita el préstamo una empresa o un particular. 

• Avalista

Las entidades en el momento de conceder un préstamo asumen unos riesgos concretos. Por este motivo suelen pedir un aval a la persona a la que va dirigida el préstamo. El aval funciona como un seguro que usa el banco para poder recurrir si no se produce la devolución del capital.

Si no cuentas con los activos precisos para presentar como aval, tienes que presentar un avalista, es decir, la persona o la entidad que se encargaría de saldar la deuda. De hecho, es indispensable para que te puedan conceder el préstamo. 

 Antes de solicitar un préstamo, ¡presta atención!

Hay ciertos términos que tienen relación con un contrato de solicitud de préstamo que no puedes perder de vista: 

 Capital

La cantidad de dinero que se solicita a la entidad bancaria. Puede que también escuches sobre el capital vivo, esto es la cantidad económica que te queda por devolver. 

 Interés

El interés es el coste que marca el banco por adelantar el dinero del préstamo. De esta forma, el capital que el prestatario tiene que devolver a la entidad es el total de dinero que se le ha prestado, junto con los intereses correspondientes.

Estos pueden ser fijos o variables, de acuerdo a ciertos aspectos como puede ser el plazo de devolución o de amortización, al igual que el riesgo que el banco asume de acuerdo al perfil del prestatario. 

Ciertos intereses más comunes son el TIN o Tipo de Interés Nominal y el TAE o Tasa Anual Equivalente. Este es el más importante, puesto que es el que marca el dinero que tienes que devolver al banco dependiendo del préstamo que se te haya concedido. 

 Plazo

El plazo es la cantidad de tiempo pactada para que el prestatario devuelva el dinero junto con los intereses marcados en el contrato. Al igual que lo anterior, tiene que especificarse en el contrato.

 Los tipos de préstamos que puedes encontrar

Dependiendo de para qué quieras destinar el dinero del préstamo, tienes que pedir un tipo u otro:

Préstamos personales

Como su propio nombre indica, son aquellos préstamos destinados a cubrir necesidades personales de un particular, como puede ser la compra de un vehículo. Principalmente se dividen en: 

• Préstamos para estudios: es decir, lo que tienen como fin el cubrir gastos de matrícula de la universidad, cursos de formación o cualquier otra cosa relacionada con el campo del estudio. Suelen ser los préstamos jóvenes, ya que lo más normal es que lo soliciten jóvenes que están estudiando. 
• Préstamo de consumo: capital que se solicita para adquirir un servicio o bien material concreto. Lo más habitual es que no sean cantidades de dinero enormes, por lo que las condiciones son bastante laxas. 

 Los préstamos para las empresas

En un momento de inseguridad económica como la que estamos viviendo, son varias las empresas, sobre todo medianas y pequeñas, buscan pedir un préstamo para poder liquidar gastos e inversiones que de otra forma no pueden. 

Cuando es una empresa la que pide el préstamo, las entidades bancarias son más estrictas y piden información más concreta. De esta forma, lo más normal es que se solicite un informe que asegure tanto la necesidad del préstamo como su posibilidad, para así no llegar a situaciones en las que no se devuelva el dinero prestado. 

Los préstamos para autónomos

Lo primero que tienes que tener presente es que no todas las entidades conceden préstamos para trabajadores por cuenta propia, como pueden ser los freelances. De todas formas, en estas situaciones lo más común es se pida más documentación y justificantes para que se otorgue el préstamo de un modo seguro. 

Préstamos hipotecarios

Los préstamos hipotecarios buscan cubrir las necesidades económicas para comprar un inmueble o bien para comenzar un negocio. Por este motivo, el dinero prestado suele ser más cantidad, y así su amortización es más elevada. Por otra parte, los intereses suelen ser menores. 

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