Inteligencia artificial: ¿pueden reemplazar las máquinas a los trabajadores?

7 noviembre, 2022
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La inteligencia artificial está revolucionando nuestro día a día. Este concepto es cada vez más conocido y popular en nuestra sociedad, pero ¿cuál es el origen de este campo tecnológico?

Inteligencia artificial: ¿ qué es?

Hoy en día, existen diversas reflexiones sobre la inteligencia artificial en la comunidad científica, pero todavía no hay un criterio común que defina este concepto. El Parlamento Europeo reconoce este término como “la habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear”. Sin embargo, la Real Academia Española define la inteligencia artificial como “la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.

Las empresas internacionales han continuado incorporando la inteligencia artificial, también denominada IA, en sus productos o procesos para obtener mejores resultados. Pero una de las dudas más frecuentes es la siguiente: ¿podrán las máquinas reemplazar las capacidades humanas?

¿Cuál es la función principal de la IA?

La inteligencia artificial es la combinación de algoritmos que permiten emular el comportamiento humano. La conocida IA se basa en los datos y la interconexión entre ellos para permitir que algunos dispositivos intenten replicar ciertos patrones de comportamiento. Para poder llevar a cabo esta función, esta ciencia artificial combina una gran cantidad de datos con algoritmos inteligentes de forma iterativa. De esta manera, el software aprende de forma automática numerosos patrones a través del procesamiento de los datos adquiridos.

Para entender mejor su funcionamiento, la inteligencia artificial se puede describir en cuatro etapas:

  1. Identificar el problema.
  2. Analizar situaciones acontecidas para investigar las posibles soluciones.
  3. Predecir cuál será la mejor solución para afrontar el problema a partir de los datos conocidos.
  4. Decidir finalmente qué solución se va a poner en marcha y obtener el patrón de comportamiento para utilizarlo en futuras situaciones.

Los últimos progresos de los algoritmos artificiales

Como bien comentamos en líneas anteriores, la inteligencia artificial basa su funcionamiento en diferentes tipos de algoritmos. En este sentido, se pueden clasificar los algoritmos en tres tipos:

  • Aprendizaje por refuerzo: este sistema enseña a la máquina a interaccionar con el entorno a través del proceso de ensayo y error.
  • Aprendizaje supervisado: se entrena a la máquina con ejemplos o conceptos que ya han sido previamente etiquetados.
  • Aprendizaje sin supervisión: aquí, el algoritmo tiene que intentar entender por sí mismo aquellos datos que están sin etiquetar.

Según estudios científicos recientes, la inteligencia artificial evolucionará hacia un modelo neuro-simbólico. Es decir, los dispositivos utilizarán la lógica para responder a ciertas reflexiones esporádicas de forma similar a como lo argumentaría un ser humano.

La realidad actual de la IA

La inteligencia artificial ha tenido una creciente y veloz evolución en estos últimos años. La realidad es que los avances tecnológicos de la IA aspiran a revolucionar algunos aspectos cotidianos de nuestra sociedad. A continuación, te detallamos algunos ejemplos:

  • Hoteles: la industria hotelera es uno de los sectores que más está aprovechando los beneficios de la IA para brindar un mejor servicio a los clientes. Por ejemplo, algunos han introducido sonidos relajantes que se activan de forma automática una vez que el cliente se encuentra en la habitación.
  • Hogar: ya no resulta extraño tener un asistente virtual en casa. Estos dispositivos funcionan gracias a la inteligencia artificial y son útiles para programar, por ejemplo, el horario con el cual te quieres despertar todos los días. Además, son capaces de reconocer tu voz y efectuar órdenes.
  • Medicina: el uso de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud es cada vez mayor. Gracias a esta disciplina tecnológica se han creado sistemas efectivos de detección del cáncer de mama y prótesis inteligentes que pueden memorizar el movimiento de un ser humano.

¿Cuáles son los riesgos del uso de la IA?

 Aunque son múltiples las ventajas que ofrece el uso de la IA, también puede dar lugar a una serie de riesgos y consecuencias que, en ocasiones, pueden ser graves. Uno de los factores que más preocupa es la pérdida de humanización que conlleva la inteligencia artificial y que puede desencadenar situaciones en las que se produzcan discriminaciones, violaciones de la privacidad, accidentes, etc.

Otra de las consecuencias que puede producirse de forma remota es que la máquina sufra algún tipo de fallo en su procesador. Esto puede tener una repercusión muy negativa en algunas situaciones como, por ejemplo, en una operación quirúrgica.

 ¿Es posible que la inteligencia artificial pueda reemplazar a los seres humanos?

 Es cierto que la aplicación de la inteligencia artificial puede ayudar a mejorar el desarrollo de una sociedad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta disciplina no dispone de un componente esencial en la vida de los seres humanos: su capacidad emocional.

En definitiva, es complicado hacerse a la idea de que la inteligencia artificial puede llegar a reemplazar la actividad del ser humano. Probablemente, lo que sí suceda es que en el futuro esta tecnología forme parte de nuestras vidas, ya sea en el ámbito personal como en el profesional.

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