Historia de la Libra Esterlina
En la actualidad existen 162 monedas oficiales en todo el mundo que se utilizan en 195 naciones diferentes. La más antigua de todas es la libra esterlina, que ya se utilizaba en Gran Bretaña y otras muchas colonias desde hace más de 1200 años.
La libra esterlina se reconoce porque tiene la efigie de la reina en el anverso y otra imagen en el reverso. Actualmente, esta imagen contiene los emblemas que representan a las cuatro naciones que conforman el Reino Unido: la rosa inglesa, el puerro galés, el cardo escocés y el trébol de Irlanda del Norte. Estos elementos salen de una corona y ascienden entrelazados. ¿Quieres saber más sobre esta histórica moneda? ¡Sigue leyendo!
Libra esterlina: historia y origen
Etimológicamente, procede de libra pondo, una expresión latina que significa “una libra de peso”, y hace referencia a una unidad de cuenta que empleaban los romanos. De esa L mayúscula inicial procede el símbolo que identifica a esta moneda, “£”. Resulta curioso porque Reino Unido sigue manteniendo las medidas de libras y onzas (pounds, lb, y ounces, oz) en lugar de kilos y gramos como ocurre en los países europeos.
El origen y la historia de la libra esterlina se remontan a hace más de 1200 años, destacando su papel entre los países de la Commonwealth británica.
Origen de la libra en Gran Bretaña
El origen de la libra esterlina se remonta al siglo VIII. En el año 760, el rey Offa de Mercia introdujo una moneda de plata que era conocida como la “libra torre”; equivalía a una libra de plata y se empleaba como medio de cambio en la región. Su uso rápidamente se extendió a los demás reinos anglosajones, y en el 928 se adoptó como moneda nacional. Por aquel entonces, con una sola libra se podían comprar hasta quince vacas.
De libra a libra esterlina
En 1158, el rey Enrique II introdujo una moneda nueva fabricada con plata pura que recibía el nombre de “esterlina”. Entre 1560 y 1561, la reina Isabel I cambió esta moneda esterlina por la libra esterlina que nos ha llegado hasta nosotros.
Tras muchos años siendo una moneda fiduciaria (es decir, su valor no estaba anclado a ningún metal valioso porque estaba fabricada en plata), en el siglo XVII adoptó el patrón oro tras una sobrevaluación de este metal. En 1801 se estableció el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y la libra esterlina pasó a ser la moneda oficial del territorio. Entre 1919 y 1925, esta moneda se desancló del patrón oro, pero volvió nuevamente hasta 1931, cuando se decidió desanclarla permanentemente. Un cambio que persiste a día de hoy.
Esta moneda se utiliza tanto en Reino Unido como en las colonias de esta nación, las dependencias de la Corona británica y territorios británicos de ultramar, entre otros. En algunas zonas se utiliza otra divisa que no es la libra esterlina, aunque su valor está vinculado a esta moneda inglesa.
Evolución de la libra esterlina desde el Brexit
Antes del brexit, la libra esterlina cotizaba a más de 1,4 dólares, pero en 2016, cuando se sometió a votación la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el valor de la libra esterlina cayó hasta registrar mínimos que no se veían desde hacía 30 años. Perdió el 8% de su valor respecto al dólar, y un 6% respecto al euro.
Esta confirmación llevó a la libra a un periodo de incertidumbre y reajuste que, desafortunadamente, se ha cruzado con una pandemia y, ahora, con un conflicto bélico. Cuando comenzó el confinamiento en marzo de 2020, la libra se hundió hasta 1,14 dólares. Tras mostrar signos de recuperación, se volvió a desplomar hasta los 1,21 dólares. Actualmente, su valor equivale, aproximadamente, a 1,12 euros.
Una conjunción de factores que ha hecho que en Reino Unido haya una inflación que se está saliendo de control y requiere de una subida en los tipos de interés.
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La libra esterlina es uno de los activos de mayor transacción en el mercado internacional de divisas. Tiene influencia en el territorio antártico británico, las islas Malvinas, Gibraltar, las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, en el océano indico, la Isla de Man, y un largo etcétera. Estos territorios tienen moneda oficial, pero están fijadas en relación a la libra esterlina, por lo que para operar en estos lugares es necesario conocer esta divisa y en qué situación se encuentra.
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