El ahorro, la meta del universitario: trucos para sobrellevar el gasto en el campus

12 agosto, 2021
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La vida universitaria está llena de ventajas, como la posibilidad de sacar libros de forma gratuita en una biblioteca o la vida social, haciendo multitud de eventos con nuevos amigos cada curso. Sin embargo, una de las tareas más difíciles siendo estudiante y viviendo fuera de casa es, precisamente, conseguir dinero para sobrevivir.

Esto es así porque las tasas y matrículas terminan agobiando incluso al más experto en finanzas. Si además añadimos los gastos fijos como las facturas de agua o luz y el pago de los alquileres, nos encontramos con que es más difícil conseguir un dinero extra en muchas situaciones cotidianas.

No te agobies, porque hoy te vamos a ayudar a ahorrar siendo universitario, para que puedas disfrutar de una vida sana en el campus en el que te encuentres. Recuerda que la clave está en organizar y planificar cada una de tus partidas, intentando optimizar tus fuentes de ingreso y minimizar los recursos de tu gasto para que puedas empezar el curso académico en las mejores condiciones.

El ahorro del universitario: una tarea sencilla, si sabes cómo

El alquiler del piso, los gastos fijos, las tasas universitarias, la comida... Como hemos dicho, ser universitario puede ser más problemático de lo que pensabas si no tienes un plan que te ayude a soportar cada uno de los costes que tienes en tu nuevo piso. Empieza por dividirlos en gastos fijos, recurrentes y hormiga, para que puedas seguir una serie de pasos que te ayuden a ser feliz en cualquier situación.

Puedes aprovechar los descuentos de estudiantes, un colectivo que tiene acceso a una amplia gama de ofertas en tiendas, restaurantes o eventos culturales gracias a la famosa tarjeta del estudiante. Además, es posible que tu universidad tenga convenios para que puedas adquirir productos de Apple, Adobe y Microsoft a un precio reducido. Lo mejor es que hagas una tabla con ofertas y descuentos para que logres ahorrar dinero en el futuro.

También tienes la opción de vivir en un piso compartido entre varias personas, apoyándote en ellas para compartir tus gastos de todo tipo. De esta forma, tendrás más posibilidades de conseguir un buen nivel de ahorro al final de cada mes.

No te olvides de comprar tus libros de texto, ropa o muebles de segunda mano. Echa un vistazo a todas las opciones que te ofrece la economía colaborativa, entrando en webs de segunda mano como Milanuncios para que puedas llevarte los libros y venderlos cuando no los necesites. Puedes repetir la misma operación con ropa o muebles, recordando que es mucho más barato comprar cosas de segunda mano, porque siempre hay gangas esperando a la vuelta de la esquina.

Continúa valorando lo que ya tienes. No hay nada mejor que cuidar bien de tus objetos personales para no tener que comprarte unos nuevos que los sustituyan. En vez de tirar las cosas a la basura a las primeras de cambio, intenta repararlas, lo que te evitará la necesidad de hacer pagos desorbitados por piezas pequeñas que no necesitas. En primer lugar, puedes arreglar la pantalla del teléfono cuando se rompa, en lugar de comprarte otro móvil; pero también  tienes la opción de remendar el agujero de la camiseta en vez de tirarla a la basura y, en último lugar, pagar la reparación del portátil, salvo que puedas hacerlo por ti mismo.

Intenta encontrar un empleo a tiempo parcial para lograr una mayor fuente de ingresos. No tienes por qué trabajar en un bar o en un restaurante, sino que también puedes aprovechar las ventajas de la tecnología para dar clases online de idiomas o de cualquier otra materia en páginas webs como Superprof. Las opciones son muchas, así que no dudes en darte una vuelta por Linkedin u otras plataformas de empleo para ver qué se cuece en tu zona.

Finalmente, recuerda que el ahorro comienza con una buena estrategia que te permita conseguir un dinero extra en todas las superficies: en casa, en la universidad o en el supermercado. Plantéate unos buenos objetivos de ahorro desde que comienza el curso, siguiendo una serie de consejos para ahorrar en tiendas del barrio, priorizando los alimentos de temporada, comprando a granel y optando siempre por las verduras frescas. Dedícate al ahorro de energía dentro de casa, sustituyendo el aire acondicionado por el ventilador para que puedas ahorrar un poco de dinero.

Empieza a aplicar estos consejos en tu día a día y verás cómo empiezas a ahorrar lo suficiente para dedicar el dinero a otras actividades más que necesarias, como comprar un coche de segunda mano. También tienes la opción de preguntar a tus padres o a tus hermanos para aprender de sus trucos de ahorro. ¿Qué otras formas creativas de ahorrar se te ocurren?

 

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