El 2030 está cada vez más cerca: así crecerá la población mundial
La pandemia nos ha traído un escenario muy especial, en el que los contagios continúan creciendo a un ritmo estable. En países como España o Francia la situación comienza a mejorar, pero hay otros como Estados Unidos o la India donde la incidencia de la variante Delta empieza a causar auténticos estragos entre la población. Esto implica que el escenario que nos encontraremos en 2030 será muy diferente del que tenemos en 2021, porque habrá nuevas perspectivas que conducirán a la existencia de ciudades inteligentes en muchas zonas del mundo.
La pandemia ha causado que se reduzca la efectividad de los sistemas de atención sanitaria, sobre todo en los apartados de la salud sexual y reproductiva. La razón es que las personas toman la decisión de evitar tener hijos en tiempos de incertidumbre, pero también cuentan factores como la interrupción del suministro de anticonceptivos, que terminará aumentando el riesgo de embarazos no planificados en personas más vulnerables.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas da cuenta de esta realidad en su informe de marzo de 2021, donde además afirma que 12 millones de mujeres sufrieron interrupciones en los servicios de planificación familiar. El futuro está lleno de retos y expectativas para la población mundial, como vamos a contarte en este artículo.
El presente de la población mundial: un crecimiento desigual desde el siglo XX
El informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) defiende que la población crece a un ritmo más lento desde 1950. La población mundial alcanzó los 7.700 millones de habitantes a mediados de 2019, tras haber subido en más de 1.000 millones de personas desde 2007 y más de 2.000 millones desde 1994.
El crecimiento del 2,1% anual logró su punto culminante entre 1965 y 1970, en la conocida “generación del Baby Boom”. Desde entonces, esta tasa se ha ido reduciendo a la mitad, disminuyendo por debajo del 1,1% anual entre 2015 y 2020 y registrando 7.800 millones de personas en el año 2021.
Esto indica que la natalidad se está contrayendo en muchos países, lo que ha llevado a muchos gobiernos a desarrollar sus propias políticas de natalidad para incentivar el consumo doméstico de los hogares. De esta forma, será posible estimular la circulación de liquidez, con planes de inversión pública muy concretos que persiguen atajar problemas como la despoblación.
¿Hacia dónde se dirige la población mundial? Horizonte 2030
Una de las características de la pandemia es que ha exacerbado las desigualdades basadas en el género: la violencia entre hombres y mujeres aumentó durante los bloqueos, de la misma forma que el riesgo de matrimonio infantil y de mutilación genital femenina, porque se interrumpieron los programas para abolir estas prácticas nocivas.
La participación de las mujeres en la fuerza de trabajo también se vio afectada, porque se perdieron sus empleos, que suelen contar con salarios bajos, además de que no contaron con tanto tiempo para responsabilizarse del cuidado de los niños a distancia o de las personas mayores que viven en casa, lo que terminó desestabilizando su situación económica de manera inmediata, pero también a largo plazo.
La consecuencia directa es que las tasas de fecundidad se han desplomado hasta mínimos de principios del siglo XX. Los organismos públicos pretenden ofrecer ayudas a las empresas y los ciudadanos, otorgando permisos de maternidad y paternidad adecuados para que los progenitores puedan descansar en buenas condiciones; pero también fomentando prácticas como el teletrabajo para que puedan conciliar sus horarios con la vida familiar.
Las sugerencias del Fondo de Población son claras: no se deben ofrecer respuestas en forma de políticas reaccionarias, que podrían ser perjudiciales porque llevarían a violar derechos como la salud o las opciones laborales. La estrategia debe ser encaminarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pretenden lograr un mundo justo, equilibrado y responsable para el año 2030, priorizando la salud reproductiva y los derechos de acceso a la información, junto con los servicios de cara a los cambios demográficos y de fecundidad.