Descubre qué debes hacer si has sido víctima de la suplantación de identidad

17 abril, 2021
Comparte

La suplantación de identidad es un delito muy común en una sociedad tecnologizada, donde cualquier ciberdelincuente puede sustraer los datos personales de su víctima y utilizarlos en su contra. Esto deriva en que los responsables pueden robar esta información y contratar servicios sin su consentimiento, provocando que la compañía llame al usuario después de varios meses demandándole el pago de una factura que no ha solicitado.

Esta realidad está bien recogida en el Informe Anual de Fraude 2019-2020, de la Asociación de Empresas Españolas contra el Fraude, donde se defiende que el delito por suplantación de identidad es el más común en nuestro país. En total, los tres tipos de fraude más habituales son el fraude por esta causa (67%), los ataques de phishing (22%) y el fraude documental (11%).

El control de la privacidad y la información es clave para defender la integridad de nuestros datos cuando circulamos en internet. Hoy vamos a conocer en qué consiste la suplantación de identidad y cómo podemos actuar si hemos sido víctima de un delito de impagos en primera persona.

Reconoce el ciberbullying y el grooming a menores de edad

Se conoce como la suplantación de identidad a cualquier actividad malintencionada que tiene como objetivo conseguir los datos de un usuario, haciéndose pasar por una persona o por una empresa, con un beneficio económico o social. Los motivos más comunes son obtener datos de forma ilegal, provocar un impago, cometer ciberbullying o hacer grooming a menores de edad.

Sucede cuando el ciberdelincuente crea un perfil falso en una red social, o cuando crea un correo electrónico con apariencia de legitimidad para engañar a su víctima e incitarla a dejar sus datos en una página web fraudulenta.

En otros casos, este ataque va dirigido a los administrativos de una empresa, para que hagan transferencias valoradas en millones de euros a cuentas que se encuentran en otros países alrededor del mundo.

Las estrategias que se utilizan para el robo de datos son cada vez más complicadas y difíciles de desvelar, pero con un poco de precaución es posible defender la información privada mientras se hacen compras en línea o se hacen búsquedas con seguridad. De esta forma, podremos poner un filtro para que los ciberdelincuentes lo tengan difícil cuando quieran llegar hasta la capa más importante de nuestra navegación.

 ¿Has sido víctima de un impago por suplantación de identidad? Esta guía te ayudará

 El delito relacionado con los impagos sucede cuando alguien consigue nuestras claves digitales o roba nuestra cartera en la calle y decide contratar un servicio sin tener un consentimiento explícito. La consecuencia es que meses después la compañía de la luz, el gas o la plataforma online se ponen en contacto con nosotros para solicitar el pago de una factura que no hemos llegado a disfrutar. ¿Cómo actuar en este momento? Con calma, tranquilidad y siguiendo estos pasos:

  • Lleva una denuncia completa ante la policía. En el papel tienes que detallar todo lo que ha sucedido, con la información de la compañía contratada y la factura entera, de forma que las autoridades locales puedan comenzar con su investigación sin dificultades.
  • Habla con la empresa de servicios directamente. Busca en internet un número de teléfono de reclamaciones y diles que tú no has sido quien ha procedido a la contratación. No te olvides de decirles que ya has puesto la denuncia y, si ves que no te hacen caso, no dudes en enviarles un correo certificado con una carta que esté dirigida al domicilio social de la propia compañía.
  • Siempre que puedas, adjunta la denuncia. Ya sigas los métodos anteriores, o entres en contacto a través de un chat en línea o un buzón de sugerencias, tienes que enviarles la denuncia detallada, para que entiendan la gravedad del asunto. De esta forma, conseguirás el impacto que buscas para que te atiendan en condiciones.
  • Si lo anterior no funciona, reclama a la Junta Arbitral de Consumo. Este organismo del Ministerio de Consumo, al que podrás dirigirte después de 30 días, se pondrá en contacto con la compañía de servicios para mediar una solución que satisfaga a ambas partes. En la reclamación tienes que explicar todo el proceso hasta llegar aquí, dejando claro que la empresa no ha querido atenderte para darte una respuesta rápida.

 En última instancia, es posible que te hayan incluido en una lista de morosos. En este registro se inscribe a las personas que no han cumplido sus pagos a tiempo, lo que sirve para evaluar el historial crediticio de un eventual cliente, y a veces se emplean como medida de presión para exigir el cobro de deudas.

Puedes contactar con un negocio especializado para que te indique si realmente ha sido así, de forma que puedas hablar con organismos como Asnef para regularizar tu situación lo antes posible. Esto aliviará tu situación financiera y te ayudará a estar al día de todas las obligaciones que debes cumplir si vuelve a suceder en el futuro.

 

 

 

 

 

Suscríbete a nuestro boletín de noticias
Si quieres estar al día suscríbete a nuestro boletín de noticias.
Suscríbete
También te puede interesar