Descubre los valores y la importancia de las cooperativas de crédito

2 julio, 2021
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La labor de las cooperativas de crédito les permite cuidar del desarrollo económico y social de sus regiones, intentando que el futuro sea sostenible y que los ciudadanos puedan disfrutar de proyectos que piensen en su bienestar a largo plazo.

Caja Rural Central, al igual que las entidades del Grupo Caja Rural, basa su actividad en el modelo de negocio del cooperativismo financiero, persiguiendo la inclusión financiera para que los vecinos murcianos y alicantinos puedan tener acceso a sus servicios bancarios sin tener que desplazarse fuera de sus municipios.

El sábado 3 de julio es el Día Internacional de las Cooperativas, que con el lema “Reconstruir mejor juntos” pretende informar de su actividad a los ciudadanos para que conozcan su vertiente solidaria e informativa. Es por eso que queremos hablarte sobre el origen y los valores de las cooperativas de crédito, una forma de hacer banca que dista mucho de los tradicionales bancos. ¿Te animas a acompañarnos en esta aventura?

Así nacieron las cooperativas europeas, un modelo de banca que surge del mundo rural

A finales del siglo XIX nació el cooperativismo financiero en Alemania, en plena época del despotismo ilustrado y las monarquías europeas. En aquel entonces existían dos modelos diferenciados, un primero basado en las cajas de ahorros, en el que los ahorradores eran beneficiarios pero una organización administraba su dinero; y los bancos de crédito, que consistían en asociaciones de comerciantes o agricultores aristócratas que también formaban parte de la cúpula del gobierno.

Estos sistemas no tardaron en llegar hasta España, que a través de la ley de Sindicatos Agrícolas de 1906 y el CAC (la ley sobre exención de derechos reales y de contribución sobre utilidades) empezó a ver cómo aparecían las primeras cajas rurales autónomas. Su origen eran los propietarios del campo, que decidían unirse para defender sus derechos amparados en la legalidad vigente, de tal forma que en 1926 ya se contaban con 63.963 personas afiliadas. La primera ley de cooperativas españolas de 1931 consiguió una gran solidez financiera y sostenible para las entidades, que comenzaban a extenderse hacia las ciudades.

El cooperativismo moderno llegó a finales del siglo XX, amparado en el nacimiento del Grupo Caja Rural en 1984. En sus orígenes, agrupaba a 51 cajas rurales de toda España que ofrecían créditos de bajo interés que permitían financiar actividades agrícolas en el campo. Desde sus orígenes, ha ido evolucionando para extender esta preocupación a todos los habitantes de las provincias, que pueden sentirse protegidos allá donde hay una entidad de Caja Rural para proteger sus intereses económicos y su prosperidad social.

¿En qué consisten las cooperativas de crédito? En solidaridad y bienestar social

Las cooperativas de crédito llevan años trabajando para cuidar del campo y de los ciudadanos que viven en sus provincias. Entre sus valores más importantes se encuentra la organización democrática, puesto que tanto los trabajadores como los socios y los clientes pueden participar en la toma de decisiones y favorecer la solvencia crediticia de las entidades.

También se diferencian de los bancos en que buscan generar valor para el cliente, estableciendo relaciones sólidas con él y evitando la tendencia capitalista a maximizar los beneficios, como sucede con las entidades tradicionales. El carácter social de las cooperativas de crédito les lleva a respetar los valores de la autoayuda, la responsabilidad y la solidaridad, a través del patrocinio cultural y del apoyo al emprendimiento sostenible en sus zonas de influencia.

El acceso a financiación por parte de los empresarios y los autónomos es otro punto a favor de esta forma de entender la banca. Además, el reparto de la estructura de fondos alcanza al Fondo de Reserva Obligatorio o al Fondo de Educación y Promoción; por lo que garantizan un buen nivel de inversión social.

En último lugar, una gestión profesional y un trato personalizado ayudan a que los clientes reciban apoyo económico y financiero para su situación personal se encuentren donde se encuentren. La tranquilidad y la seguridad son dos factores muy importantes para que tomen decisiones de ahorro con sus propias cuentas.

Las entidades como Caja Rural Central son familias que reúnen a los profesionales y los socios para crear una estructura que favorezca el desarrollo económico y medioambiental de sus zonas de influencia. Si has llegado hasta aquí y te gustaría acompañarnos en tu viaje financiero, es posible que quieras convertirte en cliente de nuestra entidad. Para ello, solo tienes que descargarte la app ruralvía móvil, pulsar el botón ‘Hazte Cliente’ y seguir los pasos que te irá marcando el proceso.

  1. Elige ‘Caja Rural Central’ entre las entidades del Grupo Caja Rural.
  2. Completa la información que te solicitemos a través de un formulario.
  3. Será importante que tengas el DNI a mano para poder enviarlo en el momento.
  4. Recibirás una videollamada para confirmar tu identidad.
  5. Finalizarás el proceso firmando los documentos de manera online

Si tienes alguna dificultad o prefieres seguir el método tradicional, no dudes en acercarte a alguna oficina de Caja Rural Central para que podamos ayudarte en lo que necesites. ¡En unos minutos serás cliente

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