DESCUBRE CÓMO LOS ÁRBOLES AYUDAN A REDUCIR EL CALENTAMIENTO GLOBAL
Según el Servicio de Cambio Climático de la Unión Europea, Copernicus, durante los últimos siete años hemos experimentado en Europa temperaturas nunca antes alcanzadas. Saber por qué se origina el calentamiento global y de qué manera influye la deforestación en esto es primordial para entender la magnitud de este problema.
El calentamiento global: causas y consecuencias
El calentamiento global es el aumento de la temperatura media del planeta y las fatales consecuencias de esto. Esto ocurre por los gases efecto invernadero que se liberan a la atmósfera debido a la actividad de la humanidad durante el siglo XX y parte del XXI. Al concentrarse cada vez más cantidad de estos gases, el aire caliente que aumenta la temperatura de la Tierra no puede expulsarse al espacio.
El nivel de calentamiento global es tal que está afectado al deshielo prematuro de los casquetes polares. La solución a esto sigue siendo la misma que desde hace años: reducir de una vez nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
Una consecuencia directa de la actividad humana que repercute en el aumento de los gases efecto invernadero es la deforestación. Conocida como la extinción de especies vegetales en un terreno concreto, se trata de una realidad que no hace más que empeorar el calentamiento global. Dos ejemplos de deforestación son la tala masiva de árboles para la fabricación de papel o la siega de campos de soja para alimentar ganado.
Por esta razón, la deforestación empeora la crisis climática que estamos viviendo actualmente. Al destruir los árboles, los bosques y las selvas, la Tierra se queda sin los sumideros de carbono más importantes. En otras palabras, como especies vegetales que son tienen la necesidad y, por ende, la capacidad de absorber el CO2 que le sobra a nuestra atmósfera.
De modo que, si generamos cada vez más cantidad de CO2 y paralelamente destruimos los hábitats naturales, además de aumentar los gases efecto invernadero, estaremos acabando con una de las mejores opciones para captar el sobrante de dióxido de carbono.
Por desgracia, las consecuencias de la deforestación no acaban con esto. Este problema también hace que el contacto entre seres humanos y animales presentes en los hábitats que se van destruyendo sea más probable. Esto es más grave de lo que parece, ya que hace que aumente la posibilidad de transmisión de enfermedades zoonóticas.
Alternativas naturales para evitar el calentamiento global
Una de las mejores alternativas para evitar que la crisis climática siga empeorando es plantar más árboles, es decir, restaurar la superficie vegetal que ha sido destruida.
De hecho, esto ayuda a reducir de manera considerable los gases de efecto invernadero de la atmósfera que hacen que la temperatura global aumente.
La ciencia evidencia que los árboles son más que efectivos a largo plazo, aunque hay que tener en cuenta que la superficie necesaria para ello es masiva. Según el último estudio del IPCC, serían necesarias mil millones de hectáreas de árboles para evitar que la temperatura de la Tierra no aumente 1.5ºC.
En el año 2019 la revista Sciencie publicó un estudió que concluyó que esto es perfectamente posible, puesto que el planeta todavía tiene capacidad para albergar 900 millones de hectáreas vegetales.
No olvidemos…
A pesar de que esto es optimista, hay que tener en cuenta varios factores más. En primer lugar, los árboles necesitan entre 10 y 20 años para poder almacenar todo el CO2 que la atmósfera no puede gestionar, ya que es el tiempo que tardan en llegar a su madurez.
En segundo lugar, es primordial que los seres humanos disminuyamos nuestras emisiones de CO2. De nada servirá plantar millones de hectáreas de árboles si se siguen sin cumplir los objetivos de desarrollo sostenible y el sistema productivo sigue ligado a la quema de combustibles fósiles.