Consejos para educar a tus hijos frente al ciberacoso

Cuando oímos hablar del ciberacoso, siempre pensamos en problemas que provienen del aula, porque es el lugar donde los niños y adolescentes se encuentran la mayor parte de su tiempo. Sin embargo, también podemos encontrarnos casos de desconocidos que acosan a nuestros hijos en internet.

La ONG Plan International publicó un informe este mismo año para comprobar que, en el mundo, 6 de cada 10 niñas sufren ciberacoso. En este estudio, titulado (In)seguras online: experiencias de niñas, adolescentes y jóvenes en torno al acoso online, también se detallan los patrones de ciberacoso hacia las niñas y adolescentes españolas.

Cerca de un 88% de ellas se ha sentido insegura o ha padecido alguna agresión a través de sus redes sociales, en especial Instagram, Whatsapp o Facebook. Esta realidad nos lleva a preguntarnos cómo podemos detener las malas prácticas de otras personas en la red y cómo podemos darles herramientas para que ellos y ellas se sientan seguros en casa o en cualquier sitio.

Cómo defender a nuestros hijos frente al ciberacoso

La Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) analiza la situación del coronavirus, para indicarnos que los casos de ciberacoso que se daban en clase han terminado trasladándose a internet, a causa del coronavirus y del confinamiento. Ahora más que nunca, es necesario seguir unos consejos que les faciliten a ellos y a nosotros la protección online.

No tengas miedo de contarle a tus hijos en qué consiste el ciberacoso, y qué medidas pueden llevar a cabo para que no les afecte. Si les dices las consecuencias con claridad, se mantendrán alerta y no tendrás que preocuparte tanto por su actividad en los navegadores.

Otro gran alivio supone generar lazos de confianza. Puede que seas un buen amigo de tu hijo, o que no conozcas mucho sobre sus aficiones, pero hablando con él es como conseguirás que, llegado el momento, te cuente si está siendo víctima de ciberacoso.

A continuación, después de fomentar esta confianza y de explicarle todo bien, tienes que ponerle una serie de normas que le eduquen para que utilice la tecnología con conciencia. Ya sea en el ordenador, en el móvil o en la tablet, asegúrate de que no le estás dando una pantalla como un método de ‘pacificación emocional’ o de que fomentas el juego con ellos también en el mundo real.

Intenta que les quede muy claro el concepto de la privacidad mientras navegan por la red. Tienen que ser muy conscientes de la información pública que dan a conocer en portales web y en redes sociales, porque un ciberacosador podría utilizar sus datos para extorsionarlo en el peor de los casos.

También tienes que investigar sobre posibles sistemas de control parental para aplicar en sus dispositivos. Explícales que es por su bien, e instala algún software filtre inmediatamente las páginas de contenido erótico, los juegos de azar y todas aquellas quen o tenga parámetros de seguridad dudosos. Además, puedes añadir programas para filtrar contenidos inapropiados o mensajes de SMS con una terminología específica en sus móviles.

Cuando hayas hecho todo esto, solo te quedarán dos pasos: enseñarles a bloquear contactos y preparar un buen software de control para su navegación en ordenadores. Primero, diles cómo operar con seguridad en apps de mensajería como whatsapp o Telegram, y cómo bloquear números ocultos que les estén molestando. Después, busca softwares como Norton, Kaspersky y otros antivirus, que defienden a tus hijos frente al ataque de los ciberacosadores, e instala otros programas como Spyzie o Qustodio para limitar su posible actividad en sitios peligrosos.

Recuerda que la clave para hacer frente al ciberacoso es la comunicación. Debéis estar alerta y, ante el primer indicio de acoso en redes sociales o en internet, actuar de inmediato para evitar que la otra persona siga haciéndose perfiles y continúe con su actividad maliciosa.

Lo mejor es que les enseñes a vivir en el mundo real, a jugar con sus amigos y a disfrutar del tiempo libre en familia para no tener que depender de la tecnología y de los contactos sociales. De esta forma, desarrollarán herramientas de trato con otras personas y aprenderán a disfrutar de la naturaleza o del entorno urbano en el que vivan.