Descubre cómo el Brexit afectará a las exportaciones españolas
El próximo día 29 de marzo será cuando, en teoría, el Reino Unido dirá adiós a las relaciones con sus socios europeos. El Brexit culminará, después de dos años y medio de negociaciones. Reino Unido y la Unión Europea han tenido un tira y afloja constante que no parece haber desembocado en la mejor de las soluciones para ambos.
Ante la falta de acuerdo entre el Gobierno de Theresa May y el Parlamento británico, deben decidir una fórmula adecuada que les permita retirarse de los acuerdos bilaterales con las mejores garantías posibles, las opciones que se han admitido para el Brexit son tres: formalizar la salida sin acuerdo, solicitar a los otros 27 miembros de la UE una ampliación del plazo o cancelar unilateralmente su salida.
¿Cómo afecta el Brexit a las exportaciones desde España?
En caso de que se formalice la salida del Reino Unido de la UE, y teniendo en cuenta que se trata de un destino preferente a la hora de enviar nuestros productos, tenemos que pararnos a pensar cuáles serán las consecuencias directas que afectarían a nuestra economía tras ponerse en marcha el Brexit.
Más papeleos para exportar a Reino Unido
Cuando Reino Unido abandone la Unión Europea pasará a ocupar un país tercero en el comercio internacional. En concreto, de cara a las importaciones y exportaciones, los países como España que deseen enviar sus productos a Reino Unido se verán obligados a una burocracia diferente. Los resultados se presuponen muy negativos para la economía británica y, en parte, para las empresas exportadoras. Por ejemplo, una pyme española deberá destinar una partida presupuestaria nueva para hacer frente a los formularios específicos, las normativas o las regulaciones que impondrían los organismos gubernamentales.
Hay quien se plantea si todas las pequeñas y medianas empresas que exportan a Reino Unido desde España podrán asumir el gasto que supondrán estos nuevos requisitos legales.
Llegan los nuevo aranceles
Otra de las consecuencias a tener en cuenta es el encarecimiento de las exportaciones debido a los aranceles. Con la aparición de las tasas arancelarias, las empresas de transporte se verán obligados a encarecer sus productos, lo cual se terminará repercutiendo en el producto.
Este podría encarecer su precio de tal forma que ya no merezca la pena venderlo en territorio británico, lo que tal vez guiará a las empresas extranjeras a moverse hacia mercados más asequibles para ellas.
Preocupación en el sector vinícola español
El mercado británico es el primer destino del vino envasado desde España, en volumen y en valor. El Brexit ha provocado ya una bajada de las exportaciones y supone, también, una depreciación de la moneda de las islas británicas, la libra, frente al euro. En cuanto la salida de Reino Unido de la UE se formalice, consumir vino en el Reino Unido será mucho más caro incluso que en el pasado.
No solo el vino se verá perjudicado ya que, según el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), las islas británicas en el quinto destino favorito para las exportaciones españolas de alimentos y bebidas.
El Banco de España demostró que, tras el anuncio de la salida del Reino Unido en verano de 2016, las exportaciones cayeron; mientras que en 2017 hubo un descenso del 5,8 por ciento en volumen y de un 4,6 por ciento respecto al año anterior. Vistos estos datos, es comprensible que el sector vitivinícola español mire con temor el horizonte del 29 de marzo, cuando se formalice la ruptura entre el Reino Unido y la Unión Europea.
No existe una medición concreta del impacto que va a tener el Brexit en la economía de los países europeos, o en sus importaciones y exportaciones. Eso sí, la incertidumbre que provoca induce a una ralentización del comercio internacional que poco a poco alcanzará cada vez más a la exportación española a esas islas.