Así es la inversión con perspectiva de género
Las políticas de igualdad tienen un impacto más amplio en la sociedad que lo que se refleja en los medios de comunicación. La conciencia sobre la necesidad de promover la igualdad está creciendo tanto en las empresas como en las personas, y uno de los sectores que está experimentando un mayor progreso en este sentido es el financiero.
Probablemente, haya escuchado de forma reciente el término “inversión con enfoque de género” o “ gender lens investing”. Sin embargo, ¿realmente sabes en qué consiste esta tendencia que está adquiriendo cada vez más relevancia? A continuación, exploramos su significado y las implicaciones que tiene esta corriente para las mujeres en la sociedad.
¿Qué son las inversiones con enfoque de género?
Al principio, la mayoría de las personas asocian las inversiones con perspectiva de género a una mayor representación femenina en la toma de decisiones financieras e inversiones. No obstante, este concepto es mucho más amplio de lo que pensamos.
De hecho, las inversiones con enfoque de género se basan en estrategias que tienen como finalidad generar impactos positivos y beneficiosos a las mujeres, integrando el análisis de género en el análisis financiero.
En otras palabras, estas inversiones permiten decidir cómo se destinan los recursos económicos para lograr acciones que favorezcan a las mujeres. Además, de contribuir a la consecución de la igualdad de género. Así, se trata de algo más que invertir en empresas dirigidas por mujeres; se busca un cambio social profundo.
Breve repaso por los mitos que existen sobre la “inversión feminista”
A lo largo de los años, se han identificado algunos mitos comunes que tergiversan el propósito real de la inversión con enfoque de género. En este sentido, el Banco de inversiones Europeo (European Investment Bank) ha señalado algunos de los más extendidos que rodean a lo que algunos llaman “inversión feminista”:
- El más reconocido es que el empoderamiento de la mujer es más un tema social que económico.
- Otro de los mitos más habituales es que las estrategias basadas en este tipo de inversión no generan beneficios reales para los inversores privados.
- La creencia errónea de que no hay suficientes proyectos viables para este tipo de inversiones.
- La institución verifica como mito el hecho de que tanto las personas como las entidades difundan que estas inversiones de enfoque de género no sean importantes para el éxito
- Por último, cabe resaltar el mito de que esta inversión no es escalable y no tiene la suficiente capacidad para serlo.
Cabe destacar que, según la valoración de diferentes investigaciones, una mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones financieras podría fomentar un crecimiento significativo en el PIB de cada país.
El papel de la mujer en la empresa, ¿cuál es la situación actual en España?
Aunque se han logrado avances en la integración de las mujeres en puestos económicos de alto nivel, es evidente que aún queda mucho por hacer. Según indica la Organización Internacional del Trabajo, en 2022, la tasa de participación laboral femenina fue del 47,4%, lo que representa una cifra significativamente inferior al 72,3% registrado en el caso de los hombres.
¿Cuál es el índice de participación femenina en el ámbito laboral de España?
Como bien indica el Instituto Nacional de Estadística, en España, la tasa de participación laboral femenina fue del 46% en el año 2021. En este sentido, es importante destacar que la desigualdad de género es aún más pronunciada en el ámbito rural para las mujeres. Además, se ha constatado que las mujeres que trabajan a jornada completa ganan aproximadamente 3.000 euros menos que sus homólogos masculinos.
A pesar de algunos avances, es evidente que todavía existe una brecha de género en el mercado laboral que no ha sido erradicada. Para ello, es necesario que se promuevan inversiones con perspectiva de género para disminuir cada vez más esta desigualdad.
¿Qué rentabilidad tienen las inversiones con enfoque de género?
La implementación de inversiones con impacto de género no solo aporta beneficios sociales, sino que también puede ser rentable desde un punto de vista económico. De hecho, en este sentido, el término “rentabilidad” tiene un significado más amplio, en el que se incluye el retorno no solo económico, sino también ambiental y social, en línea con los criterios ESG que prevalecen en la actualidad.
En cuanto al impacto económico, la OCDE ha señalado que una reducción del 50% en la brecha de género podría incrementar el PIB en un 6% para el año 2030. Además, un estudio de McKinsey revela que las empresas que logran la igualdad salarial pueden aumentar su tasa interna de retorno en un 13% en comparación con la media.
La misma consultora ha descubierto que los equipos ejecutivos donde no existe desigualdad de género disponen de un 21% más de posibilidades de vencer la rentabilidad media del mercado. Asimismo, tienen un 27% más de oportunidades de crear valor.
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Hoy en día, existen numerosas opciones de inversión disponibles, por lo que es crucial tener en cuenta los criterios que guiarán tu decisión. El enfoque de género es uno de los factores importantes a considerar, junto con el análisis del perfil de riesgo de cada inversor, para determinar cuál es la mejor alternativa para invertir.
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